Todos hemos estado al tanto de los cánticos del Colegio Elías Ahuja. Pues bien, nada tienen que ver los capullos que cantaban desde los balcones del Colegio Mayor con el que fuera en su tiempo alcalde de Cádiz e hijo predilecto de El Puerto de Santa María. Sin palabras me dejan a veces estas cositas. Lo malo además de lo acontecido: niñas justificando la actuación de sus compañeros. Lo peor: que hay más niñas y jóvenes que justifican esa actitud restándole importancia. Vamos para atrás. Desandamos camino. Y qué pena.
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