Otra vez empieza el nuevo curso escolar para miles de niños (con muchos cambios normativos incluidos). Todo esto aparece ya en todos los canales de televisión: que si los nervios de los niños, que si los llantos, que si las ganas de los padres de dejar a sus hijos en el colegio... Yo quiero hoy dar la bienvenida al curso escolar a los niños del CEIP Valdemera, y en especial a los niños de quinto de primaria a los que espero no tardar en conocer. Pero no nos olvidemos de que el comienzo de curso lo es para los maestros, quienes tienen en sus manos la mayor riqueza de un país: la educación.
Albert Camus ganó el Premio Nobel en 1957 y escribió la que fue probablemente su única carta de agradecimiento para el Sr. Germain, su maestro. Ojalá muchos de vosotros os reconozcáis en las palabras de su carta que transcribo a continuación. Cualquiera que haya tenido un buen maestro lo reconocerá sin necesidad de llegar a ganar un Premio Nobel ni cualquier otro tipo de premio.
"París, 19 de noviembre de 1957
Querido señor Germain:
Esperé a que se apagara un poco el ruido de todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza no hubiese sucedido nada de esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser un alumno agradecido. Un abrazo con todas mis fuerzas,
Albert Camus"
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