De nuevo la educación es la más perjudicada. Da igual que la vida siga su curso normal o haya que enfrentarse a una pandemia o a la nevada del siglo. Los maestros y el mundo educativo son los más perjudicados. Por lo menos en la Comunidad de Madrid.
El viernes 15 se decreta que las clases no podrán ser presenciales hasta el día 20 de enero para los alumnos de educación infantil y primaria entre otros. Pero ojo que el calendario escolar deberá ser ampliado por tres días en junio para reforzar la presencialidad en esos ciclos. Impresionante. No se suspenden las clases sino que han de ser online a través de las herramientas y de la plataforma que la propia Comunidad de Madrid pone a disposición de los maestros y alumnos pero que deja colgados en esos días a más de un millón doscientos mil alumnos. Qué sabrán los políticos de presencialidad. Si ni saben estar ni están.
Brillante. Qué manera más rastrera de insinuar que los maestros tienen dos días libres y que no van a trabajar. Qué manera más bajuna de no reconocer el esfuerzo de los docentes por mantener la normalidad dentro de todo lo anormal que está sucediendo, sin infraestructura, sin tecnología que provenga de la Comunidad que lo más que hace es adjudicar a dedo a sus empresas los contratos para proveer de material didáctico y contenidos digitales a la plataforma.
Vergonzoso. Los maestros tienen que salvar la situación como pueden. Para variar. Ah bueno, sin olvidar que en sus ratos libres pueden ir a quitar la nieve de los centros escolares. Qué triste.
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