Hoy os voy a contar un dato que me ha parecido curioso porque yo lo desconocía aunque probablemente haya mucha gente que sí lo sepa. Pompeya también me fascina y no sé si sabréis que aunque las calles estaban pavimentadas con grandes losas, es también cierto que debido al tránsito de personas y de carruajes se hacían más grandes las rodadas o se partían las losas haciendo el recorrido más difícultoso. Pues bien. Los arqueólogos demostraron que los habitantes de Pompeya solucionaron este problema rellenando con hierro fundido las separaciones entre losas de sus calles. El hierro lo traían desde Inglaterra donde se forjaban más de 550 toneladas de hierro sólo en algunas de las regiones del Sur. Con la escoria que se producía a la hora de trabajar el hierro también se elaboraba el relleno de las calzadas de Pompeya además de servir de lastre en sus embarcaciones.
Lo que no me queda claro es cómo transportarían el hierro fundido a más de 1600 grados. Muy buena idea no creo que fuera pero prueba de su traslado para ser vertido sobre o entre el pavimento de las calles lo son las innumerables salpicaduras que existen en algunos de sus tramos imagino que por esclavos. Mala imagen la verdad. No se ha visto en otros lugares lo cual corrobora que más que buena, fue una solución loca.
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